Tartar de salmón ahumado Martiko 150 g (2×75 g)
7,18€ IVA INCLUIDO
En su origen, los tartares incluían carne cruda, pero los gustos han evolucionado y en Martiko hemos apostado por una receta original cuyo ingrediente principal es el pescado ahumado. De esta forma, ofrecemos la exquisitez del tartar a todos aquellos que no se atreven con el pescado crudo y damos una opción diferente a quienes ya son consumidores de este tipo de cocina.
El salmón de nuestro Tartar de Salmón Ahumado Martiko es de origen noruego. Un producto de acuicultura, criado en granjas de las frías aguas del mar de Noruega y bajo estrictos controles de seguridad, lo que lo convierte en el producto estrella para los ahumadores. Se trata de una materia prima que jamás ha sido congelada.
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Más información
INGREDIENTES: (80%) Salmón ahumado (Salmón (Salmo salar) (pescado), sal y humo de maderas nobles), aceit de girasol, pepinillos en vinagre, ralladura de limón, aroma natural, zumo de limón, especias, estabilizantes: (E-262) y (E-331). Contiene sulfitos.
PESO NETO: 150 g
MODO DE CONSERVACIÓN: Conservar entre 0°C – 4°C.
INFORMACIÓN NUTRICIONAL (Valor medio por 100g):
Valor energético: 1510 kJ / 365 kcal
Grasas: 33 g
de las cuáles saturadas: 6 g
Hidratos de carbono: 1 g
de los cuales azúcares: 1 g
Proteínas: 17 g
Sal: 5 g
Xantelmar, S.L. Polígono Zalaín, s/n – 31780 Bera (Navarra)
ES 12.05700/NA CE
Para una correcta degustación, recomendamos sacar el producto del frigorífico 15 minutos antes de su consumo. De este modo podrá apreciar todos los matices organolépticos.
La aportación de minerales de nuestro Tartar de Salmón Ahumado Martiko es relevante, principalmente: selenio, magnesio, hierro, fósforo, calcio y yodo.
Aunque su acompañamiento estrella es el aguacate, no dudes en probar a añadirle toques exóticos, como el wasabi. Y para los paladares más auténticos, la salsa nórdica de mostaza, eneldo y miel.
Conservación: Conservar entre 0ºC y 4ºC. Una vez abierto, conservar protegido en el frigorífico y consumir antes de 48 horas.
Una vez abierto, conservar protegido en el frigorífico y consumir antes de 48 horas.